sábado, 10 de julio de 2010

SISTEMA SILVOPASTORIL Y GANADO CEBÚ: UN MATRIMONIO PERFECTO. (Por Francisco Ponce Cárdenas)

El panorama actual en la ganadería puede ser halagador, pero es a la vez preocupante. Se piensa que en los países emergentes y densamente poblados se abrirá un buen mercado para los productos del campo; pero a la par, se sabe que el deterioro de los suelos en el mundo entero es alarmante. Se calcula que la superficie de tierra alrededor del planeta, empobrecida por las actividades agrícolas y ganaderas, es equivalente a todo el territorio de los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá juntos.

¿Cuáles son las causas? Para decirlo en pocas palabras: Cinco mil años de prácticas inadecuadas en el uso de la tierra para producir alimentos.

Tanto la agricultura como la ganadería son actividades muy antiguas; la agricultura nació alrededor del Trigo, y otros cereales, en lo que llamamos el Oriente cercano, en una zona muy fértil y con agua en abundancia, en las márgenes de grandes ríos, con tierras de aluvión renovadas anualmente por las crecientes. Al extenderse estas prácticas a las áreas menos favorecidas los suelos empezaron a degradarse. No es casual que en las zonas en donde el cultivo de la tierra es más antiguo, los suelos se encuentren más erosionados.

Geográficamente, estas zonas están situadas entre los paralelos 30 y 60 en el hemisferio norte; si a partir de los lugares en que se inició la agricultura nos desplazamos a lo largo estos paralelos en la dirección este-oeste, nos encontraremos con condiciones climáticas muy similares dentro de esta franja al rededor de todo el mundo.

Históricamente los países que han creado mayor riqueza: Fenicios, Egipcios, Griegos, Romanos, los países en las riveras del Mediterráneo; los de el norte de Europa, y finalmente Norteamérica, fueron, o son países situados a lo largo de esta franja, que compartiendo una cultura similar, y condiciones climáticas parecidas, no tuvieron mayores dificultades para intercambiar tecnologías desarrolladas en cualquiera de los países de esta zona.
¿Qué pasa en la dirección norte-sur? En esta dirección todo cambia drásticamente; conforme se avanza hacia el sur a partir del Trópico de Cáncer: aumenta le temperatura y esta es más estable, cambia la precipitación pluvial a lo largo del año, los procesos fisicoquímicos se dan con mayor rapidez en este clima más cálido; desgraciadamente también el deterioro de los suelos es más rápido y las tecnologías desarrolladas en los países más al norte no siempre funcionan en el mundo tropical y a veces producen un daño mayor a la naturaleza que en los países de origen. Las altas temperaturas favorecen el proliferación de enfermedades que debilitan a la población humana cuando carece de medicamentos, tampoco es casual, que los países situados en la zona intertropical estén menos desarrollados, pues ha sido más difícil sobreponerse a estas condiciones adversas.

Una diferencia muy marcada entre los climas tropicales y los templados es el tipo de vegetación. En el trópico la flora y la fauna es muy variada y prácticamente no existen espacios abiertos (sin árboles) como es el caso de las praderas naturales en Norteamérica y las estepas del este de Europa y de Asia y las sabanas de África, en donde se desarrolló de manera más natural la ganadería.

Para practicar la ganadería en los países tropicales se creía necesario, siguiendo modelos de fuera, despojar a la tierra totalmente de los árboles para transformar los bosques en praderas, y esta atroz práctica es la causa fundamental del empobrecimiento de la tierra tropical; pero no solamente hemos cometido este error; también, y por mucho tiempo, hemos adoptado la cría de ganado de origen europeo totalmente inadaptado al calor, y más aún, nos hemos puesto a darles granos en su alimentación (intentando igualar la producción de los países de clima templado) cuando estos son caros en relación con los precios de los productos animales en los países en vías de desarrollo, y más necesarios en la alimentación humana. ¿Resultado? Una producción mediocre y a la vez costosa, además de un desastre ecológico.

Afortunadamente, después de muchos años, esto empieza a cambiar. En los países tropicales empezamos a comprender la importancia que tienen los árboles para la conservación del suelo y por muchas otras razones; y la importancia de algunas especies de árboles que mezcladas con las praderas tienen para la alimentación del ganado. Hemos empezado por fin a desarrollar nuestras propias tecnologías adecuadas a nuestras condiciones, y espero que pronto dejemos de imitar de manera ilógica en las actividades pecuarias a los países de otras latitudes. Ya empezamos también a entender que existen razas de ganado, como las cebuinas perfectamente adaptadas a las condiciones tropicales.

Si mezclamos ciertas especies de árboles con las praderas y criamos el ganado adecuado, empezaremos a formalizar el matrimonio perfecto, y que seguramente durará muchos años, entre el sistema Silvopastoril y el ganado Cebú.

Las praderas en los climas cálidos son poco productivas y frágiles. Las gramíneas del trópico tienen relativamente poco porcentaje de proteína y por tanto producen poca leche y poca carne por animal. Sostienen a sólo dos animales por hectárea dando como resultado una escasa producción por unidad de superficie. No son sustentables, por lo cual la productividad se reduce con el paso del tiempo.

Como no es costeable producir suplementando con concentrados, la única salida a esta mala situación sería aumentar sustancialmente la calidad nutricional de nuestros potreros, para poder prescindir de los granos, así como lograr sostener a una carga animal muy superior a la actual, y mejorar la sustentabilidad con un nuevo sistema de producción mejor adaptado a nuestros suelos.

Afortunadamente esto ya existe. Los investigadores Tomás Preston Enrique Murgueitio han desarrollado en Colombia un sistema que sin duda revolucionará la ganadería tropical alrededor del mundo. Tiene un sin número de ventajas tanto económicas como ecológicas y de mejoramiento del confort y bienestar para el hombre y los animales.

EL SISTEMA SILVOPASTORIL

Al combinar algunas especies de árboles con la pradera de gramíneas se obtiene una gran mejoría en la producción de proteína y de biomasa por hectárea, ya que algunos árboles contienen en sus hojas un alto porcentaje de proteína que va del 17 al 25 por ciento, comparados son las gramíneas que van del 3 al 8 por ciento, y además al haber dos “pisos” (hojas de árbol y pasto del suelo) el animal tendrá a su disposición más del doble de biomasa para alimentarse.
¿Resultado? Más leche por animal y una carga de hasta cinco cabezas por hectárea.

En detalle: El sistema consiste en plantar árboles de Leucaena (leucaena leucocéphala) en hileras a una distancia de un metro y medio entre hileras y una distancia de 20 o 30 centímetros entre planta y planta. No se deben dejar crecer a una altura mayor de metro y medio para que queden siempre al alcance de los animales.

Este sistema lleva utilizándose en Colombia alrededor de quince años consecutivos, pastoreándolo cada dos meses y sus árboles y la grama siguen produciendo igual que el primer día.

Los arbolitos de leucaena tienen la propiedad de fertilizar el suelo con nitrógeno a través de sus raíces, mejorando su propia producción así como mejorando la producción de las gramíneas y dándole sustentabilidad al sistema, con el ahorro consecuente en fertilizantes.

Es bueno también plantar árboles, preferiblemente maderables, a una distancia adecuada y dejarlos crecer; árboles que proporcionarán una media sombra que redundará en un ahorro en el agua de riego así como mayor confort para los animales mejorando así su productividad. Los árboles ayudan aún más a ala sustentabilidad sustrayendo minerales del subsuelo y depositándolos en la superficie con la caída de sus hojas. A la larga los árboles maderables podrán ser aprovechados.

ADAPTACIONES

Todos los seres vivos se adaptan al medio (al nicho ecológico que explotan) a través de periodos muy largos de tiempo. Si se los lleva a un medio ambiente muy distinto del que son originarios; si no mueren en corto tiempo, sufren de inadaptaciones en diversas formas. Si vienen de un clima frío y se les lleva al calor, seguramente no tendrán en su organismo una manera eficiente de deshacerse del calor generado en el interior de su cuerpo.

El ganado criollo que no es otro que el ganado europeo traído a América por los conquistadores españoles, no logró adaptarse después de trescientos años de sobrevivir en las zonas tropicales Americanas; no transcurrió ni con mucho el tiempo necesario para que su GENOTIPO (capacidad de heredar sus características) se adaptara a esas condiciones antes de desaparecer del panorama ganadero de México y de otras partes de América tropical. En cambio su fenotipo (características de su cuerpo) se había “adaptado” a las altas temperaturas disminuyendo su tamaño y su producción. Al reducir el volumen de un cuerpo cualquiera, disminuye su volumen de una manera más rápida que la superficie que lo cubre, y la relación superficie - volumen mejora; y como es a través de la superficie de su piel que los animales disipan el calor, el animal se defiende mejor creciendo menos. Al disminuir su producción, también disminuye la generación de calor interno, pues todo proceso fisicoquímico para vivir y producir, trae como consecuencia un consumo de energía, parte de la cual se convierte en calor.

Lo mismo o algo peor le sucede al ganado europeo actual de alta producción. A la vuelta de dos o tres generaciones si sobrevive, empieza de nuevo a reducir su tamaño y producción, y a parecerse al ganado criollo de antaño.

EL CEBÚ

El ganado Cebú originario de la India, está en cambio, GENÉTICAMENTE adaptado al calor y a las condiciones difíciles prevalecientes en su país de origen, posee mayor número de glándulas sudoríparas y una mayor superficie de piel en relación con su tamaño, ya que tiene una papada y un ombligo muy desarrollados. Tiene también una mayor resistencia a las enfermedades infecciosas propias del clima caliente, así como a todo tipo de parásitos, es más longevo; pudiendo además desarrollar su talla normal dictada por sus genes, pues sus adaptaciones no hacen necesario reducir su tamaño ni su capacidad productiva.

Como en todo, existe un buen número de mitos, mentiras y malos entendidos alrededor del ganado cebú: Que es mal productor, que si es bravo, brioso y difícil de manejar etc. Afortunadamente en Brasil se han encargado de desmentir todo esto; por medio de la selección han logrado altos niveles de producción tanto en leche, con la raza Gir lechera, como en carne con la raza Nelore, así como una mejoría en su mansedumbre, pues el cebú responde muy bien a la selección en el trópico, no siendo este el caso con el ganado europeo, que por más esfuerzos que se hicieron no se logró nunca mejorar su desempeño.

LA ECONOMIA DEL GANADERO

La combinación del ganado cebú y el sistema silvopastoril, abre las puertas a una mejor situación económica para el ganadero de los países tropicales. La producción de leche puede muy bien llegar a los diez o quince litros por unidad animal, sin necesidad de utilizar granos en su alimentación, produciendo leche y carne más baratas y haciendo redituables las explotaciones ganaderas aún en el caso de hatos pequeños. Es necesario entender que en un sistema de pastoreo sin suplementar, no pueden existir las condiciones para una producción mayor de quince litros en promedio por vaca de ordeña. Esto puede parecer poco, comparado con la alta producción del ganado europeo especializado en sus países de origen, pero una producción de mayos de veinte litros, SÓLO se puede obtener en cualquier parte del mundo, suplementando. Sin embargo la producción en pastoreo (sistema silvopastoril) de doce a quince litros es relativamente fácil. Nunca debemos olvidar que el costo de los granos en los países en desarrollo es alto comparado con los precios de los productos animales. Haciendo incosteable en la mayoría de los casos, una producción por animal arriba de los veinte litros.

CONCLUSIONES.

La mayor parte de los países de América Latina están situados en la zona intertropical. Esto como todo, implica desventajas, pero también enormes ventajas en lo que respecta a la PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS. Si bien nuestros suelos son mas frágiles, en cuanto desarrollemos formas adecuadas de producción conservándolos, como tenemos condiciones climáticas mas estables (no tenemos invierno), contaremos con enormes posibilidades de producir alimentos y otros productos agropecuarios a lo largo de todo el año, y con mayor eficiencia, pus tenemos mayor densidad de radiación solar, durante todo el ciclo anual, ya que los rayos solares caen mas cercanos ala perpendicular con respecto al suelo.
¿Cómo sacar ventaja de todo esto? Trabajando con entusiasmo, haciendo a un lado algunos aspectos culturales perjudiciales (complejos de inferioridad etc.) que nos impiden competir de igual a igual con los demás países del mundo. Sacando a relucir nuestra imaginación y nuestra creatividad, desarrollemos ideas propias. Hagamos nuestro un futuro mejor. Hagamos del siglo XXI el siglo de América Latina.

ACERCA DEL AUTOR

Francisco Ponce Cárdenas

Ex catedrático e investigador de la UNAM - universidad nacional autónoma de México, criador de Gyr lechero desde 1978 en el rancho Jalpa municipio de Buena Vista Tomatlan, Michoacán - México.

martes, 6 de julio de 2010

Raza Senepol alternativa tropical (por Dr. José A.Bueno Pérez)

Los sistemas de producción lechera en los países latinoamericanos, se caracterizan por escasa inversión en tecnología, ordeños manuales o mecánicos con apoyo del becerro, sistemas de alimentación a pastoreo con poca o ninguna suplementación alimentaría, y baja productividad por vaca y por ha (unidad de superficie). Situación esta que es derivada de las condiciones generales imperantes en la mayor parte de las áreas ganaderas de nuestros países, donde los servicios de: electricidad, vialidad, comunicación telefónica entre otros, y baja calidad de la mano de obra, así como, escasa y mal dirigida ayuda gubernamental.

Bajo estos esquemas de producción, es necesaria la selección de animales con adaptación al trópico; que sean capaces de producir eficientemente en condiciones de pastoreo exclusivamente y resistir las condiciones climáticas de los trópicos, donde las temperaturas ambientales son extremas y en algunos casos la humedad es una limitación.

De allí que durante los últimos años, algunos Gobiernos, Universidades e instituciones de investigación, han promovido la formación de cruzamientos en búsqueda de un animal adaptado al trópico para la producción de leche. Innumerables experiencias conocidas como: Siboney en Cuba, Carora en Venezuela, Friesian Sahiwal Australia, etc.

A pesar de estos esfuerzos aun se sigue en la búsqueda del animal ideal para la producción de leche bajo los sistemas de producción “Doble propósito”, con una vaca capaz de producir un mínimo de 7 L de leche diario (equivalente a 1 kg de queso blanco duro), y destetar a 240 días un ternero con más de 170 kg de peso vivo.

El uso de cruzas absorbentes, con razas especializadas en producción de leche, ha conducido a la formación de tipos de animales que pierden la adaptación al trópico y requieren de cuidados extremos para garantizar su productividad. Ej. Raza Carora en Venezuela, (que después de 30 años en búsqueda de animales altamente productivo, se tiene una raza lechera que requiere cuidados extremos), Raza Siboney (que los cruces absorbentes condujeron a un tipo con grandes exigencias nutricionales y las pasturas tropicales no lo aportan). En consecuencia no corresponde al tipo de animales que requiere la mayor parte de los pequeños y medianos productores “Vaca capaz de producir un mínimo de 7 L de leche diario (equivalente 1 kg de queso blanco duro), y destetar a 240 días un ternero con más de 170 kg de peso vivo a pastoreo”. Por ello los pequeños y medianos productores han venido utilizando el sistema de cruces alternos con razas cebuinas, con el fin de darle rusticidad al rebaño y reiniciar cruces absorbentes con ganado lechero tratando de mantener al menos 25% de sangre Cebuina a los fines de garantizar una vaca capaz de pastorear durante 8 h diarias, sin stress calórico, y con aceptables niveles de producción láctea sin suplementación.

Surgiendo en consecuencia los tipos lecheros: Yaracal Venezuela, 62,5% Holsteins X 37,5% Brahman; Mosaico Zuliano Venezuela, 75% Bos Tauro lechero (Holsteins, Pardo Suizo o Carora). X 25% Cebú (Brahman Rojo, Gyr o Guzerat); Gyrholando en Brasil, (62,5% Holsteins X 37,5% Gyr).

Si bien estos nuevos grupos o tipos raciales han logrado mejorar sustancialmente los niveles de adaptación y producción láctea bajo las condiciones de manejo a pastoreo, no han logrado darle sostenibilidad a la productividad ni a la fenología (tipo de los animales), derivando con mucha frecuencia, tipos indeseables (animales muy acebuados o muy peludos, con pobre producción láctea o alta producción pero poco adaptados), consecuencia de la variabilidad genética, y la alternabilidad en el uso de Bos-Tauro-Bos Indicus.

El advenimiento de las nuevas razas Bos Tauro Tropical como el Senepol y el Romosinuano, abre una nueva perspectiva en los cruzamientos para la producción de leche, por cuanto su utilización permite darle rusticidad y adaptabilidad a los rebaños sin sacrificar, tan severamente, la producción láctea como ocurre en los cruces alternos con los cebuinos, tal como lo muestran las pocas experiencias en el Edo. Zulia y en el Edo. Monagas en Venezuela.

En vaquerías especializadas de producción de leche en el Edo. Monagas como consecuencia del incremento desproporcionado del costo de los alimentos balanceados para suplementación de vacas lecheras, se vieron en la necesidad de cruzar el rebaño Holteins Puro y pardo Suizo Puro con animales adaptados al trópico, utilizaron la Raza Senepol; dando como resultado animales con gran adaptabilidad, y buena habilidad lechera, estableciendo programas de cruzamientos alternos.

Situación similar ocurre en el Edo. Zulia, en fincas que partiendo del Mosaico Zuliano, con el uso de Semen y Toros de la Raza Senepol, han logrado homogenizar el rebaño desde el punto de vista fenotípico, garantizar un mejor crecimiento de los terneros post-destete al mejorar la productividad por Vaca De acuerdo a los resultados obtenidos por: William Isea V, Rafael Román B, Yenen Villasmil O. y José A. Aranguren M. Genética Animal, Facultad de Ciencias Veterinarias, La Universidad del Zulia.

El crecimiento pre y postdestete de terneros cruzados Senepol fue influenciado (p<0,05 a p<0,001) por la finca, toro dentro de raza, interacción toro*finca, sexo y color del becerro Se reporta la existencia de importantes interacciones entre el potencial genético del ternero para crecimiento y los distintos sistemas de producción en el zulia, fuertemente asociado con la influencia del toro de servicio.

A mayor tasa de destete mayor será la productividad o eficiencia de la vaca, en términos del total de kg de ternero destetado por vaca expuesta a servicio dentro de finca.

En estos trabajos preliminares, se muestra el enorme potencial de la raza Senepol, para mejorar la producción de Leche y carne en los sistemas de producción Semintensivos característicos de los pequeños y medianos rebaños del trópico. Es necesario la realización de este tipo de investigaciones para ofrecer una alternativa válida a los pequeños productores. Intensificando los sistemas de registro, las evaluaciones fenotípicas y sobre todo las evaluaciones genotípicas con los cálculos de las Diferencias Predichas Estimadas (EPD) para la Producción de leche.


Dr. José A.Bueno Pérez Asosenepol Venezuela